Desde el 15 de septiembre pasado, una huelga en la industria automotriz de Estados Unidos ha paralizado la producción en plantas clave para el mercado estadounidense, afectando a empresas automotrices como Ford y GM.
La huelga automotriz es liderada por trabajadores afiliados al sindicato United Auto Workers (UAW) y ha provocado una estimada pérdida de ingresos de entre 100 y 125 millones de dólares a la semana para los fabricantes de automóviles de Detroit, Ford y GM, según las estimaciones de la firma internacional Goldman Sachs.
El viernes 15 de septiembre, el UAW detuvo la producción en plantas cruciales para la industria automotriz estadounidense, incluyendo la planta de GM en Missouri, la planta de camionetas medianas de Ford en Michigan y la operación de Jeep de Stellantis en Ohio. Estas plantas específicas, según el informe, emplean a más de 13 mil trabajadores y producen más de 14 mil vehículos semanalmente.
Los cálculos de Goldman Sachs se basan en un análisis de los ingresos y el volumen de producción de vehículos de Ford y GM, mientras que la producción de Stellantis, otra de las automotrices afectadas, no se incluyó en este informe. El banco destacó que la planta de Ford en Wayne produce las camionetas Bronco y Ranger, mientras que GM fabrica modelos como la GMC Canyon y la Colorado en Wentzville.
Por otro lado, debido a la falta de acuerdos sobre el aumento de salarios para los trabajadores sindicalizados (que representan a más de 150 mil empleados), se ha planteado la posibilidad de que el UAW extienda la huelga a otras plantas en Estados Unidos, dependiendo de cómo avancen las negociaciones.
La industria automotriz mexicana se encuentra en estado de alerta ante el impacto que este conflicto podría tener en sus líneas de producción y en el comercio con México. Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), los efectos dependerán de la duración de la huelga, las líneas de producción afectadas y las plantas paralizadas.
“El sector automotriz mantiene una fuerte integración regional a lo largo de la cadena de valor, por lo que, por ahora, es difícil confirmar los impactos que esta huelga en Estados Unidos pueda tener en el mercado mexicano”, señaló la organización. Asimismo, aseguraron que mantienen una comunicación constante con sus socios comerciales mientras se resuelve el conflicto.
Por su parte, la Industria Nacional de Autopartes (INA) advirtió que la huelga podría generar una pérdida de hasta 75 millones de dólares en la producción de autopartes mexicanas y tener un impacto en el comercio con su principal socio en el mundo.